Biografía
Tras abandonar la carrera de Ingeniería electrónica en la UBA, pasa varios años nadando en las oscuridades de la existencia, hasta retomar a finales de los 80 el “gustito” por la pintura, actividad practicada en su infancia. En paralelo con su “vuelta a la pintura” realiza estudios de teatro con el maestro Carlos Gandolfo, cursa el instructorado de un particular sistema de gimnasia “psicofísica” creado por Susana Milderman y se inicia en la práctica del Zen. De estas experiencias -entre otras- tomará diversos elementos relativos al desarrollo sensoperceptivo, que incluirá en la ejecuciòn de su obra y en su trabajo docente.
En una primera etapa, en la que trabaja solo “pintura–pintura”, su imagen oscila entre la abstracción y la figuración, pero siempre con una marcada tendencia expresionista. La problemática existencial del hombre, su relación consigo mismo, con los otros y con su hacer, devienen en el eje temàtico de su obra, manifestándose a través de constantes combinaciones de ausencias y presencias. A mediados de los 90 incorpora el volumen, inicialmente aplicado sobre el plano, más tarde independizándose del mismo para trabajar tanto con esculturas, objetos e instalaciones.
Expone regularmente desde principios de los 90 tanto individual como colectivamente. Entre sus actuaciones más recientes, cabe señalar, su participación en la Bienal de Cuenca, Ecuador en 2004, en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes en 2005 y en el evento Cow Parade, Buenos Aires, 2006, en Puerto Madero.
En los ùltimos años, ha obtenido las siguientes distinciones: 1ª Mención de Honor, Escultura, Salón Pampeano de Artes Plásticas y 1ª Mención, Pintura, Salón Nacional Juan Manuel de Rosas, C. Cultural Borges, en 2004, 2° Premio, Dibujo, Salón Pampeano de Artes Plásticas, en 2005 y 1ª Mención del Jurado, Salón Nacional de Arte Sacro de Tandil en 2006.
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
Aire es una instalación que presenté en el Centro Cultural Recoleta en 2001 y en la Bienal de Cuenca, Ecuador en 2004, como parte de una muestra oficial paralela. La obra muestra en su parte inferior, las piernas de un hombre parado, vestido con jean hasta la cintura, a partir de la cual una gran tela elástica blanca emerge hacia el techo generando una suerte de volumen cónico.
En el momento de recorrer la sala asignada para la muestra en Recoleta (sala 10), dos tirantes de hierro que cruzan la misma a lo ancho y en su parte central, me dispararon la idea de la obra; sujetarían “algo” que se extendería desde “un hombre parado” en el centro del lugar…
Me interesó el hecho de hacer obra a partir de un estímulo externo y “frío” -características técnicas o arquitectónicas del sitio- de que la obra se generara de “afuera hacia adentro”.
Al presentar la instalación en Cuenca, aparecieron un par de factores “sorpresa” que realimentaron sus aspectos espaciotemporales. El lugar asignado, un patio de una impactante y hermosa casa colonial de dos plantas, recibía en todo su perímetro los balcones de la planta alta. Estos, aparte de reemplazar a los tirantes del Recoleta para sujetar y tensar la tela, permitieron junto con las escaleras que a ellos conducían, ver la instalación desde diferentes ángulos y también desde arriba, con lo cual la parte hiperrealista de la obra (las piernas vestidas con jean) se iban perdiendo para dejar lugar a una forma absolutamente abstracta. Aquel volumen cónico podía verse en su interior.
Por otra parte el techo traslúcido del patio, generaba hasta el anochecer, continuos cambios en la iluminación de la tela según horario y estado del cielo, reflejando incluso el paso de nubes.
Así, aquella obra que nació por meras características de un lugar fue tomando vida propia, adaptándose y recibiendo de otro contexto aspectos que ampliaban y potenciaban su apariencia, su sentido.
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
Básicamente fui generando mi obra desde cierta identificación con el budismo zen, intentando “poner en escena” (también tuve formación teatral) la idea de unidad entre el hombre y aquello que es objeto de su conocimiento. En este sentido, y desde parte de la época en que mi obra era sólo pictórica (hasta mediados de los 90), trabajé mi imagen explorando una suerte de fusión “autor/obra/espectador”.
En cuanto a cómo leer la obra, reemplazaría “leer” por “percibir”, entendiendo esta última acción más propicia en el sentido de contactar con la obra no sólo intelectualmente sino sensorial, intuitiva y sensiblemente.
En general, y no sólo para mi obra, veo que muy poca gente, ya sea del medio o no, dedica a la contemplación el tiempo que ésta requiere. Tiempo que es propio de cada uno, un tiempo interno en donde es posible comenzar a digerir la obra.
Solemos dedicarle a las artes temporales, cine, música, etc. el tiempo que ellas mismas determinan -comienzo, desarrollo y fin- durante el cual nos vamos relajando, entregando… de a poco. Sólo de esta manera es como la obra nos afecta, nos modifica, nos seduce.
En el caso de las artes que no se dan en el tiempo, y esto ocurre mayoritariamente en las visuales, el mismo debemos crearlo.
Propongo al espectador entonces, que preste una “actitud física” que se concentre unos instantes en su respiración -cuan ejercicio básico de meditación- para intentar luego recibir la obra desde cierto estado de “virginidad” donde puedan quedar aunque sea por un momento en stand by, todo tipo de preconceptos, de prejuicios y en el que puedan aflorar no sólo pensamientos y asociaciones sino, y principalmente, sensaciones y emociones. O, por lo menos, le pediría que apague un momento su celular.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
Reconozco raíces básicamente expresionistas, hiperrealistas y conceptuales pero no me inscribiría en ninguna tradición en particular. Me interesan y me identifico con artistas que transitan experiencias diversas, que pueden trabajar alternativamente y/o simultáneamente con instalaciones, con performance, dibujo, pintura, volumen, etc…
Como referentes puedo señalar, entre otros, a Klein, Schiele, Segal, Grover, Longo, Penck, Alberto Heredia, Roberto Fernández (con su obra de los 70), Peralta Ramos, Marcia Schvartz; Pablo Suárez, Alberto Greco con sus vivoditos.
En apretadísima síntesis, artistas que me interesan; Porter, Ferrari, Gorriarena, Gamarra, Longhini, E. Médici, El Búlgaro, Tulio Romano, Diego Melero, Mónica Canzio, Edgardo Madanes, Carmen Pérez, Esteban Álvarez, Macchi, Esnoz, Gravinese.
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Señalo la muestra de Porter y la de Ferrari, ambas en Sala Cronopios de Recoleta, de éste último la imagen de Hitler “bebé” con la inscripción en braille “y Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza” en ambos casos por la capacidad de síntesis y la claridad y contundencia de sus discursos, de sus estéticas.
Menciono también la muestra de Eduardo Médici en Arte por Arte -donde presentó retratos fotográficos pintados encima hasta casi hacer desaparecer la imagen para resaltar sólo algunas de sus partes- porque llega, después de sus características obras de fuerte carga matérica y dramática a esta imagen tanto más sutil y etérea, sin perder por eso potencia. Creo que refleja el proceso del artista que no se queda con “formulitas exitosas” sino que mantiene una actitud de investigación permanente.
5. ¿Cuáles son los agrupamientos o tendencias que percibe en el arte argentino de los últimos diez o quince años a partir de elementos comunes?
Veo una gran apertura donde conviven las más variadas expresiones, me entusiasma que sigan surgiendo nuevos pintores a pesar del protagonismo que fueron tomando las artes electrónicas, pero me preocupa más allá del soporte, cuando veo bandadas de artistas demasiado “obedientes”.