Biografía
Nací en Buenos Aires en 1973. Hice la Pueyrredón, especialidad Escultura. Paralelamente a estudiar arte me recibí de Socióloga en la UBA, donde actualmente doy clases e investigo sobre arte argentino. Viví, mientras tanto, de hacer y mantener jardines. Estos tres mundos tomaron distintos acentos, en distintos momentos de mi vida pero siempre están entrecruzados más o menos explícitamente en mi experiencia, en mis pensamientos, y en mi obra también. Pero tardé en darme cuenta. Me ayudó primero Tulio (el único, el grande) y después de él mucha gente más. Hasta ese momento la Escuela había levantado un muro entre el arte y yo. Una distancia angustiante y hasta resignada que todo un mundo de personas disipó instantáneamente, cuando la conocí. Y vi que el arte estaba ahí, en las puertas de mi vida, encarnado en amigos, gente real y muy cercana con la que podía divertirme y charlar, y todo ese mundo que yo intuía con melancólico bovarismo, sabiendo secretamente que en algún lugar existía... existía. Puedo decir que todo esto me cambió la vida (oremos!) Mariela Scafati y Pablo Rosales fueron de los primeros en mostrármelo. Participé de muestras colectivas desde el 2003, y también hice una individual en el patio de Belleza y Felicidad en diciembre de 2007.
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
Eligiría la muestra "Líneas paralelas se tocan". En el 2007 armamos con Fernanda Laguna un vivero en el patio. Vendimos plantas y esas cosas. A fin de ese año, y antes justo de cerrar Belleza colgué en el patio unos dibujos geométricos que tenían un origen orgánico aunque perdido, y junto a esas plantas lo recuperaban un poco. Quedó todo muy lindo. Me gustó ver esta relación entre mi mundo laboral, las plantas para vender, y los cuadros colgando al lado, bajo el cielo estrellado. Y era como mezclar la vida misma con el lenguaje puro del arte, la abstracción. “Líneas paralelas” aludía a dos universos que son supuestamente radicalmente distantes que se encontraban.
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
Las miradas de los demás sobre mi obra suelen sorprenderme, y en general superan las ideas mías. Como tengo una actividad académica a veces me deformo y pienso que son complicadas cosas simples. Me gusta cuando ven relaciones entre mi obra y la de otros artistas, sean de antes o de ahora.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
En este momento me siento cercana a la tradición del arte concreto, desde Mondrian en adelante, incluyendo los argentinos, obvio! Creo que el minimalismo pegó tanto porque tiene bastante relación con las vanguardias de los cuarenta, acá. La tradición del arte geométrico es muy fuerte en nuestro medio, y a mí me pega. En general veo que termino cruzando una tradición del lenguaje puro del arte con otras cosas. Pero en realidad, estas son maneras de empezar a trabajar. El arte, si aparece, es siempre por otro lado, donde menos me lo espero. Si tengo que dar nombres, descubrí últimamente a Karel Malich (aunque es de los 50), a Libby Hartle y a Gerwald-Rockenschaub.
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Para ser sincera en este momento me acuerdo más de las de los últimos años, y ya nombrar esas solas sería eterno. Nombro algunas. La muestra de Fabián Burgos en Dabbah Torrejón, El amor probablemente, me pareció genial, arte conceptual pintado por todos los dioses! Las muestras de Pablo Rosales y de Mariela Scafati, todas. En especial menciono Scafati un cuadro, porque me pareció increíble, y además le compré un cuadro que colgué en mi cuarto y me ilumina la vida. La última de Fernanda Laguna fue lindísima... me emocionó mucho durante varios días. Veo en todos estos artistas un fondo conceptual-crítico-político muy singular y poderoso. Tulio de Sagastizábal es un pintor vital, siempre sale por un lado inesperado, y sus pinturas tienen un aire despreocupado que oculta en realidad mucha concentración y mucha entrega. Una muestra de piedras de Irene Banchero en La Casona de los Olivera, me pareció una versión más poética del land art, una línea escultórica pura, también en diálogo con la abstracción. Daños, de Diego Bianchi me dañó la mente. Daniel Joglar... La última de Jacoby... un poeta, un artista groso. Las de Harte, un escultor impresionante, para mí... mis artistas favoritos son los que se detienen mucho en las obras, aunque ahora que lo pienso también me gustan otros que hacen lo contrario... Flaneur de Goldenstein, la muestra de Rosana Schoijett: simpleza y refinamiento, parece imposible, pero no lo es. Una de Marcela Sinclair, donde descubrió el dibujo de la tierra bajo los muebles... me gustó mucho esa idea aunque me entristece. Una de Gumier Maier en la salita chica de Braga Menéndez, y una ahí mismo de Tomás Fracchia, muestras parecidas íntimas y espirituales. La de Juliana Iriart en Appetite! Me encantó! También muchos otros, muchísimos.
5. ¿Cuáles son los agrupamientos o tendencias que percibe en el arte argentino de los últimos diez o quince años a partir de elementos comunes?
Creo que las agrupaciones más significativas en el campo del arte no tienen como eje divisor ni estilos ni tendencias. Las agrupaciones y divisiones entre las personas siempre son políticas, en sentido profundo. Hay una línea que viene de los sesenta que es indudable la influencia que tiene en todo el arte argentino, al menos el que a mí más me interesa. Ellos dejaron como una base conceptual, que atraviesa lo más interesante de todas las tendencias y estilos del arte actual. Hay, también, un arte más como de la globalización, de “sitios específicos” que me parece un símbolo, por su nombre y todo, del arte más “adaptado”, el que circula en un circuito muy específico, pero que se expande cada vez más, y en general es aburrido aunque hay excepciones. Hay, en fin, mucho y variado.