Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
Pensé en varias obras posibles que creo me representan por diferentes cosas, más unas que otras. Iba a elegir el “Jardín filosófico” un objeto del año 1997, que para mí es el más emblemático, pero “Arrojado al vacío”, es una obra que me representa bastante, y reviéndola ahora, como una obra bastante anterior y fundacional de mis intereses, seguro que es también más abarcadora.
Es una pintura, acrílico y papel adhesivo contact imitación madera sobre papel adhesivo contact, también imitación (otra) madera, montado en un hardboard, mide 105 x 65 cm. y es del año 1988.
En aquel momento, lo hice, lo ví y lo pensé como un autorretrato que graficaba mi sensación de mi vida en caída libre, (tomé el rayado del dibujo de la madera como un efecto de movimiento o velocidad).
En este cuadro se produce algo que me interesó más claramente a partir de entonces: el hecho de que la importancia del material por sí mismo (el papel contact imitación madera como fondo), es paralela a la de la narración del tema (la imagen congelada de un cuerpo cayendo en velocidad), y esto está acentuado con la idea que lo que sucede en uno repercute en el otro, el cuerpo del personaje que cae está agujereado y detrás de él lo mismo le sucede al fondo (con la idea que a través de estos se termina encontrando la pared).
El nivel de importancia del registro del material y de la fantasía es similar y se terminan uniendo, mezclando, en la superficie.
Señalaba ahí a la superficie de esta manera como el lugar en el que a partir de entonces iba a ser donde mi obra terminaría moviéndose con más comodidad, hasta hoy.
Materiales industriales señalados con un detalle emotivo, al principio inesperadamente humano y últimamente más bien extraño, y con la sensación de que está por suceder algo un poco mas acá o allá de la superficie.
Por otro lado este tipo de operaciones visuales, el uso del material connotado, de imagen pre-hecha, el colage, reforzaron mi intención de capturar y guiar la mirada del espectador. Después de tanto tiempo, veo que la desintegración que yo sentía que vivía por entonces, a la vez estaba siendo acompañada por la integración de estas partes en mi obra, fondo con figura, materialismo y narrativa y el interés con lo que sucedía en la superficie de las cosas, algo que a lo largo de los años me fue y sigue redefiniendo.
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
Con tiempo, sin apuro ni queriendo encontrar algo para leer.
Yo hago lo mío como para provocar una determinada aproximación del espectador a mi obra, pero lo demás corre por cuenta de cada uno.
Volviendo a lo literal de la pregunta, así como yo hago cosas para ver creo que para leer lo mejor son los libros, donde uno tiene que entrarle de otra manera a la cosa para disfrutarla a pleno y que lo leído se constituya en algo perdurable, como imagen, como pensamiento, efecto contrario que generalmente se consigue cuando un texto es una herramienta que completa una obra de artes plásticas, o intenta traducir en palabras las ideas visuales.
Al mirar uno se asocia de otra manera al objeto, siente y piensa de otra manera. La percepción de lo que se ve es de otro orden, la presencia del objeto nos dispone a otro tipo de experiencia que el de la lectura.
Mirarla sin necesidad de leerla sería lo que les deseo a mis espectadores, si sucediera que por al menos un instante se perdiesen en el tiempo interesados por lo que ven, además sin saber bien porqué, disparándoseles sentidos, significados, ideas varias o lo que fuera, tanto mejor.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
Nunca le di verdadera importancia al tema, ni encuentro el interés para hacerlo. Creo que lo que hago responde a una conjunción de elementos bastante heterogénea que no me deja afirmar una tradición en la que me reconozca, con el tiempo fui reconociendo algunos parentescos, en el aspecto formal con Emilio Renart y a veces con Rubén Santantonin, también con Lucio Fontana y con Gyula Kosice, entre otros y algo del espíritu del Madí. También creo tener de Molina Campos, Alberto Heredia de Pablo Suárez y de Norberto Gómez, y de Antonio Berni y Jorge de la Vega porque me gustan y también seguro que algo de Fermín Eguía, Marcelo Pombo y Sebastián Gordín, de estos dos últimos además puedo señalar que son mis artistas fetiche.
Sin embargo mi referente más importante, tal vez el único que en su momento sentí como tal, fue Pablo Suárez.
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Recuerdo siempre haber disfrutado intensamente de todas las muestras de Pablo Suárez, de Marcia Schwartz, de Marcelo Pombo y de Sebastián Gordín.
Recuerdo ahora la de el Búlgaro con la colaboración en el montaje de Roberto Fernández en el C.C.Recoleta, Lo que me gustó de la muestra fueron sus últimos trabajos, las vitrinas de museo de Ciencias Naturales llenas de estos bichos de cerámica, peces y sapos, que parecían tener vida y estar a la espera de algún suceso repentino. Había conseguido una tensión sorprendente. Una muestra de que con recursos tan tradicionales y económicos, sin subirse arriba de nada, ni sobarse con los discursos del mainstream, se puede hacer una obra que supere, en interés a todo lo sucede alrededor. Recuerdo también como obra-experiencia-muestra, el Darkroom de Roberto Jacoby en Belleza y Felicidad, fue una idea bien desarrollada, como pensada para quedar como imagen grabada en la memoria. En este ámbito de las artes visuales, donde el recuerdo de lo visto se evapora enseguida, esto me sorprende. Sin poder explicarlo bien es lo que me sucede con algunas otras que ahora recuerdo también, las de Elba Bairon, silenciosa, intensa, rara, suave, misteriosa, no siempre fácil pero amable. Lo de Elba es siempre un placer. En general me estimula ver cosas de, Stupía, de Guadalupe Fernández, de Mariano Grassi, de Marcelo Alcetta, de Oligatega Numeric, y espero volver a ver de Patricia Domínguez también. He disfrutado de Federico Manuel Peralta Ramos, de muestras de Benito Laren, Fabio Kacero, Omar Schirilo, Daniel Joglar, de Roberto Jacoby, de Gustavo Marrone, de Pablo Siquier, de Sergio Avello y de Liliana Maresca también, esta lista puede ser interminable realmente,... ahora no puedo dejar de nombrar lo de Tony Cragg en Cronopios …y que me encantó la de Niky de Saint Phalle en el Museo de Bellas Artes de hace un Par de años atrás… y un autorretrato que Guadalupe Fernández expuso este año...