Biografía
Alejo Schatzky
Nació en Buenos Aires en 1971.
Etcétera.
Quisiera que fuera suficiente. Que al espectador o evaluador le alcanzase con saber cuándo nací -para que pudiera inscribirme en una generación- y se dedicara a ver mi trabajo sin mayores prejuicios.
Descreo de los currículums formales. Si su función es la de legitimar la obra del artista entonces equivoca el camino, porque lo estudiado –al menos en mi caso- poco tiene que ver con lo aprendido; y una acumulación de premios y exposiciones tampoco es garantía de calidad. La única legitimación posible es la propia obra.
Ahora, si la intención del currículum es dar cuenta de la formación estética y sensible del artista, algo se puede decir.
Recuerdo como un momento fundacional el descubrimiento, a la edad de cuatro años, de dos discos: Rubber Soul, de los Beatles, y Vinicius en La Fusa. Allí puedo identificar el comienzo de la formación del gusto y la dirección de la búsqueda. El resto son los hallazgos, mayormente ligados a lo musical, que me han creado la necesidad de contar una historia que hoy encuentra su traducción en un lenguaje visual. Porque uno se reproduce a sí mismo en cada acto que realiza: hago fotos como toco la guitarra o amaso el pan.
De esos hallazgos rescato los preludios de Bach que tocaba mi madre en el piano todos los días de mi infancia, la guitarra de Juan Falú, los cuadros de Bruegel, los trabajos de David Hockney, las fotos de Sarah Moon, las películas de Tarkovsky y de Goddard, las novelas de Cortázar y de Daniel Moyano.
Del compartir con gente afín surge el conocimiento y la posibilidad de encontrarse con aquello que a uno le corresponde. Allí reconozco mis mayores influencias y mi mejor aprendizaje.
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
Me siento representado por todas mis obras, aún por aquellas que más me cuesta defender: cada una contiene algo que me nombra, incluidas aquellas cosas de mí que me molestan o no quiero reconocer.
En todas ellas hay algo en común que es trabajar con lo que hay, como cuando abro la heladera y trato de imaginar cuál es la mejor cena que puedo prepararme con lo que tengo. Siempre intento jugar con el error, convertir los problemas en herramientas de expresión.
En cada trabajo subyace una sola pretensión: despojar a la imagen de su tremendo anclaje con lo real, instaurar en el papel aquello que de fugaz e irrepetible tiene todo momento y que convierte a cada fotografía en un único objeto-acontecimiento.
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
No puedo sugerir una lectura sobre mi obra. La obra en sí ya impone un recorrido, una forma de acceso. Mejor sería que el espectador lograse desprenderse de toda posible forma que no le sea propia y accediera a ella lo más despojadamente posible.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
Como no tengo una formación artística y mi producción es resultado de una necesidad expresiva que se ha ido nutriendo de elementos muy diversos –muchos de ellos ajenos al mundo del arte- me cuesta reconocerme en alguna tradición porque, incluso perteneciendo a ella, lo más probable es que la desconozca. Puedo decir que con el tiempo voy descubriendo la obra de artistas que hacían cosas parecidas a las mías mucho tiempo antes, y eso es siempre una confirmación de que un artista es un canal de expresión de conceptos universales que necesitan materializarse.
Sí puedo tomar como referentes -aunque su legado aflore en el trabajo de uno de manera inconsciente o indirecta- a artistas como David Hockney, Sarah Moon, Francis Bacon o Remo Bianchedi.
Hay artistas que me interesan, muchos de los cuales no entrarán nunca en el circuito del arte porque producción y circulación son dos carriles diferentes. Entre conocidos y desconocidos elijo el trabajo de Cássio Vasconcellos, Dulcinea Rodríguez, Esteban Pastorino, Santiago Iturralde, Juan Andrés Videla, Arturo Aguiar, Nicanor Parra y Yamamoto Masao.
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Rescato especialmente la obra de Esteban Pastorino y Remo Bianchedi por su equilibrio entre el dominio de la técnica y la fuerza del contenido.