Biografía
Nací en Rosario, en 1963. Desde entonces vivo en Roldán a 30 Km. de donde nací; actualmente a pocos metros de la ruta 9, sobre calle de tierra, en una casa con jardín y frutales que rodean mi taller. Asistí a muchísimos talleres antes de ingresar, en el año 2000, (el deseo insiste poderoso) a la licenciatura en Artes Visuales en la Escuela de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades y Artes de la U.N.R.; actualmente curso las últimas dos materias de 5º año, y preparo la tesis. En el año 2004, paralelamente comencé el profesorado de arte dramático con itinerario en títeres en la Escuela Provincial Nº 5029 de teatro y títeres de Rosario.
Desde 1994 hasta hoy participé en Salones y muestras colectivas de la ciudad de Rosario, Casilda, Santa Fe, Funes y Roldán; realicé cuatro muestras individuales en espacios alternativos de la ciudad de Rosario; ilustré poemas de Elsa Maristani, y las páginas de Un libro para mí, ediciones Homo Sapiens; diseñé la contratapa del compact de Los Anteños, estudios GAPP Records.
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
En el año 2002, azarosamente, reflexionando sobre mi situación como “productora”, de imágenes, de objetos, de pensamientos, de ideas. Inserta en un momento personal, histórico, y social de absoluta crisis, apareció la imagen de “la vaca lechera”.
Aquella vaca de los inmigrantes, que posibilitaba superar el estado de escasez. Encontré puntos de contacto entre esa idea de “la vaca atada” y mi posición como productora.
Las ideas empezaron a fluir como la leche de dos inmensos pechos llenos, dispuestos a amamantar: “a borbotones y en todas las direcciones posibles”. La imagen sería, decididamente, la de la vaca Holando Argentina.
La iconografía vacuna es un pretexto para hablar sobre el origen, lo femenino, lo sensual, el consumo, la identidad, el mundo infantil. Una red de sentidos, un rescate de signos almacenados en la memoria que busca otras rutas, otros caminos, propone cruces, aproxima los polos, funciona dentro del concepto de red, de tejido. Son formas mutantes de una misma idea, o de una idea madre. La obra nunca se detuvo, aún sigue lanzando subproductos.
“QUINTETA”: Propone una mirada rítmica y exploratoria. Está compuesta por pequeños objetos, de inocente apariencia que instalan un interrogante; contenedores de una intimidad que puede espiarse pero que no develan totalmente. Imágenes repetitivas, fragmentos que valen por sí mismos, y que al relacionarse se tornan rítmicos, acompasados. Podría pensarse como la sugestiva secuencia de un ciclo vital.
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
La lectura de mi obra es tarea del espectador, el recrea mi producción y la oxigena. Hay signos que la obra propone que son ineludibles, el rescate que puede observarse en su iconicidad, pero en general, hay que acercarse a ella con absoluta apertura y libertad.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
Soy una artista de periferia, mi producción se gesta y circula fuera del centro, tomando como centro Buenos Aires.
Existe en mí una obsesión, un extraño motor, un deseo sostenido que se nutre del lenguaje artístico y produce resultados que me arrojan lejos de donde estaba. Puedo partir de cualquier soporte, un frasco, una botella, un trozo de madera, tela, papel; después hay que llegar, el riesgo está en descubrir a dónde; y allí no hay discurso del método, todos los mapas mienten, salvo el dónde secreto que brota con una insistencia viscosa desde todos los intersticios corporales y me indica un camino. Es el dónde que siempre estuvo ahí, un punto de partida que es llegada, que desde la infancia llevo como mochila; un azote de alas que impacta en mi cara y se instala a la altura de los ojos. Entonces veo algunas cosas de otra forma por primera vez, sorprendida, inocente y equivocada.
No puedo reconocerme en ninguna tradición en forma absoluta, me atraen los lugares no delimitados, lo interdisciplinario. Existen tratamientos que podrían pertenecer al conceptualismo, al Pop, pero siento que trabajo en los límites y siempre estoy mudando. Prefiero las mixturas, no pertenezco a nada de manera absoluta y única. Por eso mismo, la lista de referentes contemporáneos y anteriores es enorme y flexible, jamás está quieta.
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
“Instantáneas sobre el arte de la ciudad de Santa Fe”, una antología desde el siglo XIX hasta el presente, muestra que se inauguró el año pasado en la Fundación OSDE, porque me aportó la posibilidad de sumar una interpretación, una mirada oblicua, sobre el arte argentino.