Biografía
Nací en la provincia de Corrientes, en un “Macondo” olvidado de Argentina. En las siestas, marcadas por el intenso calor tropical, me obligaban a “dormir” pero, lejos de cerrar los ojos, las pasaba concentrada en unas imágenes que, a causa de la refracción de la luz, se dibujaban sobre el techo y paredes de mi habitación. Por las finas aberturas, el sol dibujaba en perspectiva el damero rojo y azul del patio de la casa, así como algunas sombras de la parra. Una verdadera cámara estenopeica, mi cuarto infantil. Quizá por estas razones y sus contornos misteriosos, un tiempo más tarde me decidí por la arquitectura a la hora de elegir una profesión. Ser arquitecta me da muchas satisfacciones y mucha felicidad. Ejercí la profesión durante un tiempo prolongado, pero hace 20 años, algunas circunstancias pusieron una inflexión en mi trabajo y comencé por esa época a realizar objetos textiles. Con el correr del tiempo, el arte llegó a convertirse en una verdadera pasión. Por ese entonces, mis conocimientos sobre la disciplina eran muy limitados. Solo por una cuestión de inquietud o sensibilidad, frecuentaba muestras y museos. Hice trabajos con ayuda de mi intuición y francamente inconsciente de todo antecedente. Así participé en numerosas muestras colectivas dentro y fuera del país, pero nunca abandoné mi profesión. Volví a la arquitectura una y otra vez, haciendo posgrados y cursos de actualización ya que sí había cambiado el ejercicio práctico de la arquitectura por la realización de obras para el arte.
Algunas veces recibí distinciones, algunos premios como el Gran Premio de Honor que, en 1992, el Jurado del IX Salón Nacional de Arte Textil le otorgó a mi obra. También fui gratamente sorprendida al recibir uno de los premios en el Concurso de Esculturas para el Boulevard Azucena Villaflor (arteBA y Corporación Puerto Madero, 2001, obra que no se ejecutó).
Lejos de creer que un premio es la meta de algo, decidí seguir aprendiendo, por eso asistí a talleres de escultura, de arte textil, de historia del arte, arte contemporáneo, fotografía, y así sigo hasta hoy puesto que el año pasado comencé la Maestría de Historia de la Arquitectura, Diseño y Urbanismo en la UBA. Soy curiosa, me gusta investigar. Aprender me da mucha alegría. También me gusta leer, reír, escuchar música, conversar, compartir lo que sé con quien sea. Mi vida cotidiana se desarrolla fluyendo de una actividad a otra sin necesidad de un control remoto para hacer zapping ya que todo lo que acumulé, me sirve en el tránsito. La experiencia ayuda.
Desde 1990, participé en numerosas exposiciones en el ámbito nacional, como por ejemplo: arteBA, CC Recoleta, CC Borges, Palais de Glace, Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, Bienal del Fin del Mundo (Ushuaia), Centro Cultural Santa Cruz, Centro Cultural Cabildo de Córdoba, Estudio Abierto, entre otros. Muestras internacionales en Nueva York; San Petersburgo, Rusia; Szombathely, Hungría; Xalapa y Distrito Federal, México; Colonia, Uruguay; Como, Italia; Mulhouse, Francia; Gdynia y Lodz, Polonia; Albacete España; La Habana, Cuba.
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
No puedo elegir una obra “que me represente” porque de alguna manera todas te representan en el momento en que se producen. Muchas son intentos fallidos de algo que no pudo ser y otras resultan tal como el deseo las pide. Solo me gustaría poner acento en una fotografía que tomé como registro de despedida de mi taller de la calle 3 de Febrero en el otoño de 2005.
Este simple registro de baja calidad ya que no pretendía nada artístico con él, marca el fin de algo y el principio de lo nuevo. Muestra el sitio de decrepitud en el que a veces nos instalamos para no inventar algo nuevo y limpio. Unas cincuenta esculturas, objetos, cuadernos de dibujo y materiales quedaron sepultados en el patio de la casona de 3 de Febrero y Congreso. Y respetando el dicho de mis abuelos, “La hora más oscura es la del amanecer”, fue la primera vez que sentí tristeza y alegría al mismo tiempo. ¡¡¡¡¡Y lo bien que me hizo!!!!
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
¿Debería dar una receta para leer mi obra? Si la respuesta es sí, seguí leyendo y si es no, desde acá hacia abajo no hay nada interesante para ver...
Mi obra es siempre espacial, se refiere a las relaciones entre el cuerpo y las cosas y entre el cuerpo y el espacio que lo circunda. Hay en ella además idea de vínculo, las proximidades y distancias entre las cosas y los seres, y los seres entre sí. Me contacto con el arte a fines de los 70, años en los que hice entrenamiento actoral con Laura Yusem y, en la Facultad de Arquitectura, un seminario de Arquitectura para el Espectáculo (arq. Gastón Breyer). En mi trabajo, considero que hay tres etapas muy marcadas. La primera, comienza con un vínculo muy introspectivo, por medio del que me contacto con mi propio cuerpo o fragmentos de mi cuerpo; fue la etapa en la que realicé mis obras textiles sin haber hecho estudios de arte en ninguna institución, pero sí ya había pasado por el taller de Nora Correas y había iniciado mi formación en dibujo con Enrique Aguirrezabala. La segunda, es una estética que resulta de mi pasaje por talleres como el de Enio Iommi (escultura), Ester Nazarian (dibujo), Jorge López Anaya y Valeria González (arte contemporáneo). Y la tercera etapa, cuando profundizo más en el arte a partir de los años 60. Para poder entrar en una obra más conceptual, hago un largo silencio en el que no produzco obra y me dedico a estudiar. En ese momento, debo mudarme de taller y me llevo al nuevo espacio (muy pequeño), solo obras que quiero mucho, dejando enterradas muchas esculturas, cuadernos de dibujo y otros objetos en mi viejo taller.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
Todos los movimientos de las vanguardias dejaron un escalón para ascender a la comprensión de la contemporaneidad.
Dos contemporáneos que me rompieron el “coco”, son Marcel Broodthaers y Gordon Matta-Clark. Me hubiese gustado decir que son referentes y que se nota tal impronta en mi obra pero no me reconozco encuadrada en ninguna tradición.
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Pensar en tantos años es raro. Si nombro a unos artistas y a otros no, es injusto. La muestra tiene importancia en el momento que sucede y cada artista va develando maneras de conectarse con el público y va mostrando sus propias poéticas. Lo más importante es lo que nos pasa cuando la transitamos. La muestra de León Ferrari en el CC Recoleta fue una de las que no salí igual que como entré. Ver semejante corpus todo junto fue muy conmovedor, quizá porque no tengo la habilidad de transformar “lo político” o “lo social”, “lo religioso” en metáforas y sostén de mi propia obra.