Biografía
Nací en Buenos Aires en 1971. Del 87 al 92 estudié con Kenneth Kemble, y también trabajé en la realización de su obra, lo cual fue una experiencia muy enriquecedora para mi. Del 90 al 96 estudié dibujo y escultura con Aurelio Macchi, mi otro maestro. Completé mi formación en la Pueyrredón y la Cárcova del 93 al 97. De 2007 a 2009 participé de las clínicas de Tulio de Sagastizábal.
He participado en varias muestras colectivas, las últimas, con la Oficina Proyectista: “Devenires, proyectos y otras utopías” en el Fondo Nacional de las Artes en 2011 y “Fase 2” en el Centro Cultural Recoleta en 2010; también “Dibujos e historietas” en LDF en 2010; “Bicentenario: ahora o nunca”, en la Oficina Proyectista y “Colectiva” en Kronos, ambas en 2009. En cuanto a individuales, en 2011 mostré “Reorganización” en la Fundación Norberto Quirno - CEMIC; en 2010 “Develados” y en 2008 “Ensayo para una enciclopedia”, ambas en el Espacio Taller de Bajo Belgrano; y en 2007, “Organización” en la Oficina Proyectista.
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
En mi obra ocurren dos procesos diferentes que tienen que ver con la técnica y con el material utilizado; por un lado están las pinturas en acrílico sobre tela, y, por otro, los dibujos sobre acetato y papel de calcar.
Las pinturas que presento no parten siempre del mismo proceso. Por ejemplo, en la obra “Es insostenible”, tenía la pared del taller cubierta con un lienzo apaisado, y comencé pintando un cerebelo, que había elegido por lo formal; pero al avanzar sobre la obra me pierdo por completo. El lienzo terminó vertical, y el cerebelo, que ya casi no se distingue, quedó sostenido por columnas de huesos (direcciones) que finalmente sostienen formas orgánicas inventadas. En cambio, en “Nocturno” partí de un dibujo que tenía en carbonilla, con él volví al libro de Blossfeldt buscando esas flores pesadas, de consistencia extraña. En “Familia” partí de una obra de Hokusai que es un paisaje con cascada, del cual no quedó absolutamente nada, al contrario, por ejemplo, que en “El país más allá de las olas”, donde la transformación de la idea original es más visible en el resultado. Lo que siempre es común al proceso de cada una de estas obras es el abandonar la excusa primera y dejar que la pintura acontezca. En cuanto a la materialidad, siempre me interesa cómo juega la luz, y que ésta dibuje los volúmenes, les dé peso, carne, vida.
Por otro lado, las obras en acetatos y papel de calcar tienen mucho de juego. Empiezo a veces dibujando un órgano, o un árbol, o una flor, da igual, y
después empiezo a superponer una o varias capas en las que utilizo tintas, marcadores, acrílicos; voy probando hasta que los dibujos forman una composición en la que ya no son lo que son sino una cosa nueva, una idea nueva.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
No veo las cosas de forma lineal, ni me reconozco en ninguna tradición. Han sido muchos los artistas que me influenciaron e influencian, pero más por acumulación, por el ir sumando sus mundos a mi memoria, sus miradas a mi forma de ver. Debo, en un ejercicio enumerativo muy reducido, empezar por mis maestros, Aurelio Macchi y Kenneth Kemble. Seguiría citando a Rembrandt, Caravaggio, El Greco, Goya, Van Gogh, Hokusai, Munch, Kupka, Hopper… Y de mis contemporáneos, Franz Ackermann, Gabriel Orozco, Juan Carlos Distéfano, Pablo Suárez, Roberto Aizenberg, Marcelo Pombo, Tulio de Sagastizábal o Max Gómez Canle. No podría dejar de citar, fuera del campo de la plástica, otras obras o artistas que han sumado de igual modo, como el cine de Kurosawa o de Miyazaki; obras literarias como El corazón de las tinieblas de Conrad o Bomarzo de Mújica Láinez; la poesía de Idea Vilariño, Pessoa o Fabián Casas; y muchas, muchas obras musicales… por citar una, “La sinfonía del nuevo mundo”, de Dvórak, con la que, siendo aún muy chica, trataba de dibujar a oscuras...
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Retrospectivas de Leon Ferrari y Pablo Suárez en el CCR; Berni en el MNBA; y De la Vega en el MALBA