Biografía
Nació en Buenos Aires en 1971. Su obra fue exhibida en muestras individuales y colectivas en la Argentina y en el exterior y forma parte de numerosas colecciones, tanto públicas como privadas. En 2002 recibió la beca Guggenheim y fue también becado por la Fundación Antorchas para participar de la residencia para artistas visuales del Banff Centre for the Arts, en Canadá. En 2007 fue seleccionado para participar del programa Intercampos III en la Fundación Telefónica de Buenos Aires. Es autor de los libros Piezas (2003) y La Ausencia (2007). Vive y trabaja en Buenos Aires.
Selección de muestras individuales: Fotografías recientes, VVV Gallery, Buenos Aires, Argentina (2008); Recent works, Pan American Gallery, Miami, Estados Unidos (2007); Piezas, Leica Gallery, Solms, Alemania (2007); La Ausencia, Museo de Artes Plásticas Pompeo Boggio, Chivilcoy, Argentina (2007); La Ausencia, Fundación Vicente Lucci, San Miguel de Tucumán, Argentina (2004); Piezas, Galería Alberto Sendros, Buenos Aires, Argentina (2003); Piezas, Alianza Francesa de Buenos Aires, Buenos Aires, Argentina (2000).
Selección de muestras colectivas: Cuerpos Políticos, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, Argentina (2007); Estéticas de la Memoria, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, Argentina (2006); Amrik, Centro Cultural Casa de América, Madrid, España (2006); Amrik, Galería Olido, San Pablo, Brasil (2006); Colección del MAMBA II – Fotografía, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Argentina (2004); Ultimas tendencias, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Argentina (2002); Fotógrafos / 4, Fundación Klemm, Buenos Aires, Argentina (2002); Retratos de fin de milenio, Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina (2000).
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
Elijo la obra Hospital, de 2007. Una fotografía en la que se ve el frente del edificio del Policlínico Ferroviario.
Partiendo de mi inquietud por la representación de la ausencia, el espacio y las historias, mi interés por trabajar con la apariencia de determinados edificios de la ciudad tiene varias explicaciones posibles. Desde la utilización metafórica, la intención de hacer ciertos comentarios sobre la historia hasta la aproximación con fines casi taxonómicos.
Entonces, con la premisa de trabajar sobre la arquitectura como forma explícita de la transformación del aspecto de la ciudad, empecé a centrar mi atención en las fachadas de algunos edificios públicos. La relación entre su historia y su aspecto. La cáscara y el contenido.
Al concentrarme en los frentes específicamente y trabajarlos como si fueran retratos, la hipervisibilidad funcionó como un recurso para evidenciar las distintas capas de historia acumuladas en esa arquitectura deteriorada y así producir fotografías de grandes dimensiones, como monumentos obsoletos.
El primer ejemplo que después sirvió como patrón para el desarrollo del trabajo fue el Policlínico Ferroviario. Un edificio que me llamó la atención por su monumentalidad, por sus dimensiones, pero fundamentalmente, por su historia. El hospital fue inaugurado por Perón en 1952. Es una mole de nueve pisos y más de 10.000 metros cuadrados que supo tener casi 700 camas para atender a casi 225.000 afiliados de la obra social de los ferroviarios. Con el cierre de ramales y la privatización de los servicios de trenes en la era menemista, fue disminuyendo abruptamente la cantidad de empleados ferroviarios y mermaron los aportes a la obra social por lo que el hospital cerró en 1999, envuelto en una nube de escándalos y corrupción.
En definitiva, todo aquello sobre lo que quería trabajar estaba allí, en las grietas de este edificio abandonado. Como las historias que se perciben en las arrugas de un rostro.
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
No creo que pueda sugerir una forma de leer mi trabajo pero si puedo mencionar algunas inquietudes o motivaciones a la hora de producirlo. En buena parte de lo que he desarrollado hasta hoy me he interesado en las diferentes manifestaciones de la idea de ausencia y su representación.
A veces pienso que en mis fotografías, lo que es significativo no es lo que es visible. A partir de esto, no trabajo tanto sobre la representación de los objetos como sí de la desaparición. Lo que el artista chino Sze Tsung Leong llamó los residuos del tiempo: los rastros dejados por las vidas. La desaparición de las historias.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
Soy, de oficio, fotógrafo y sinceramente, no consigo ubicarme dentro de tradición alguna. Siempre tengo presente la obra de Robert Frank. Liliana Porter es una referencia inexorable. Y entre otros, me interesan mucho Sugimoto y Humberto Rivas. Bernd y Hilla Becher, Diane Arbus y Dani Yako. Jeff Wall y Boltanski. También las películas de Shirin Neshat, la obra de Macchi, Cesarco y Gonzales Torres.
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Se me ocurren dos muestras: la retrospectiva de León Ferrari en C.C. Recoleta. Son 50 años de una intensidad conmovedora y Gotas, de Luciana Betesh, en Duplus, pura poesía, puro amor.