Claudia Toro
Mencionado por
- Cristina Coll
- Andrea Fasani
- Gabriela Fernández
- Sonia Neuburger
- Graciela Olio
- Verónica Olivieri Pinto
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- Cristina Coll
- Andrea Fasani
- Sonia Neuburger
- Verónica Olivieri Pinto
- Débora Pierpaoli
- Pablo Caracuel
- Luján Funes
- Juan Pablo Garcia
- Fernando Mariani
- Santiago Pereson
- Carlos Rottgardt
- Andrea Vázquez
Biografía
Nací en Médanos (pueblo de la Provincia de Bs. As.). A los 18 años vine a Buenos Aires, estudié algo de medicina y en forma paralela conocí y transité durante 5 años la Escuela Nacional de Cerámica ubicada en almagro. Luego seguí estudiando, trabajando en mi taller y empecé a enseñar en escuelas de cerámica y en el Iuna, donde sigo trabajando. En el taller trabajamos con Andrea Fasani y con tantísima gente Debi, Juan, Fer, Gaby, Lujan, Ana y más... que desarrollan junto a nosotras sus proyectos.
Mi obra creo que fundamentalmente se centra en procesos y desarrollos sin buscar fines póstumos o conclusivos... no me interesan los fines como tales y en si mismos, voy en el medio y eso es todo. Trabajo con arcilla, a veces pasa por el fuego, la mayoría de las veces sigue su transcurso natural, sigue siendo arcilla.
También toco el piano y realizo intervenciones trabajando con registro sonoro, fotográfico y audiovisual. Formo parte de una banda (BUQUE FACTORÍA) que experimenta con el material cerámico en formato discos, LPs sobre antiguos giradiscos, realizando instalaciones sonoras-visuales. Soy integrante del colectivo de artistas “La Mudadora”, quienes realizamos intervenciones de espacios en situaciones de transición.
Visión del arte
Esta obra es quizá la única que pueda definir en acuerdo con cierta convención, y a la vez que la defino también me define. Luego de muchos años de no poder producir materialmente, llego a la instancia donde algo se hace punto; allí un signo, una señal. En realidad el proceso de producción es lo más significativo en esta instalación-acción, que adquiere materialidad a partir de la invitación de Sonia Neuburger a participar en una muestra en su casa a modo de cierre-despedida, de lo que fuera su hogar.
Nace la idea de la casa, de la construcción, de los materiales, de aquel elemento que al igual que nuestro cuerpo nos contiene. Realizo una casa de muy pequeño formato, en arcilla y ésta se convierte en un elemento totémico, un cuerpo que es parte de un ritual....construir para destruir...destruir para construir. Así, toda producción, todo proceso es parte y es totalidad, es medio y fin, es obra y es modo. La instalación consiste en dos instancias que se repitieron (en aquella ocasión), cuatro veces a lo largo de un mes. La primera, los días miércoles (uno de los días en que la Oficina Proyectista abre sus puertas), realizando el montaje de unas cien casitas puestas en hilera junto al zócalo del piso en todo el perímetro de la sala. Y la segunda instancia que se daba los días viernes, donde ocurría concretamente la acción: la destrucción de las casitas pisándolas y posteriormente, con parte del polvo de la arcilla resultante de la destrucción, mojándolo obtenía nuevamente arcilla plástica que utilizaba para hacer una nueva casita, quedando ella en representación de todas las casas. Esto se repitió durante cuatro semanas, dando por resultante la acumulación de los restos y cuatro casitas nuevas obtenidas de cada una de las acciones realizadas. Trabajando la idea del proceso convoque a distintos artistas para que registraran fotográficamente la acción, y en la acción siguiente este material era proyectado como parte de la obra y así sucesivamente. El resultado era una resta y una suma...una supresión y una repetición, pero siempre había acción, siempre en proceso. Esta obra aún continúa a través del registro fotográfico de cientos de casitas que fueron entregadas a las personas del público.
Es un poco difícil reducir estas cuestiones. Y respecto a las generaciones que me continúan es aún más complejo, pero trabajos como el de Sonia Neuburger (y no sólo en referencia a su obra) me parecen alentadores, pero más que artistas creo que mejor podría señalar ciertas tendencias; como es el caso de las propuestas que se desarrollan en circuitos alternativos de producción como son los espacios privados, las situaciones específicas, las producciones que claramente exponen situaciones de procesos y una fuerte relación con el espacio y tiempo que las convocan.
Creo que todo productor visual “inicial” marca en mí un fuerte interés. Lo generacional aquí puede no ser un término preciso.