Andrés Compagnucci
Biografía
Nací en La Plata en 1966.
Soy Diseñador en Comunicación Visual.
Durante lo años de facultad, me dediqué a investigar la gráfica popular argentina, llamada fileteado, sus vínculos con la publicidad y el grafiti callejero. También asistí al taller de un viejo fileteador: Armando Miotti.
En 1994, fui becado por la Fundación Proa para trabajar en los talleres que dirigía Guillermo Kuitca en La Boca.
En 1998, me fueron encargadas dos pinturas para ser reproducidas en murales que se instalaron en la estación de subte Carlos Gardel, en el Abasto.
Los muchos viajes a España me llevaron a trabajar con una galería de allí y tuve el honor de que el correo español reprodujera en estampillas, en tres ocasiones, pinturas mías junto a la familia real española. La primera fue para conmemorar los 25 años del reinado de Don Juan Carlos Primero en el 2001, luego, en el 2003, con motivo del 25vo. Aniversario de la Constitución Española y, en el 2004, al celebrarse el aniversario de la boda real.
La muestra individual más importante que realicé fue en 1997 con 25 pinturas en el Museo Nacional de Bellas Artes. Simultáneamente, se exhibía la retrospectiva de Antonio Berni que batió record de público con más de 300.000 visitas.
He participado de las destacadas ferias internacionales Art Basel Miami Beach 2003 / 2004 y ARCO 1998 / 2002 / 2003 / 2004 / 2005, Madrid. Expuse en colectivas en Viena, París, Londres, Nueva York, Tokio, Miami, Marbella.
He recibido, entre otros, los siguientes premios: Premio Adquisición FNA, Salón Nacional de Santa Fe (1990); Gran Premio Adquisición, Salón Trienal de la Provincia de Bs.As. (1990); Premio Adquisición Fundación Pro Arte, Córdoba (1991); 1er. Premio Bienal de Arte Joven Bs.As. (1993); 2do. Premio Adquisición Gunther, CAYC (1995); Distinción de honor Premio Fortabat (1995); Adquisición Fondo Telefónica de Promoción de Pintura Joven (1996); 2do. Premio Universidad de Palermo, Museo Nacional de Bellas Artes (1996); Mención Salón Nacional (1996); ternado para Artista Joven del Año por la Asociación Argentina de Críticos de Arte (1996); Premio Adquisición Banco Mayo, Salón Nacional (1998); 1er. Premio Universidad de Palermo, Museo Nacional de Bellas Artes (2000).
Recuerdo del peronismo (2008)
Visión del arte
Parece existir una necesidad universal de llevarnos algo del lugar que visitamos y donde seguramente lo hemos pasado bien. Es como querer capturar a través de esas reliquias falsos buenos momentos pasados. Algo similar veía que sucedía en las fiestas de casamiento donde, al final de la noche, los invitados se disputan los centros de mesa de flores; son un recuerdo de la fiesta y también una excusa para decorar o embellecer, aunque más no sea por pocos días, comedores o livings. Una noche participé de una entrega de premios en el canal América. Había unos arreglos florales encantadores. Pedí permiso y con la ayuda de otros artistas me llevé todos los centros de mesa. Al día siguiente, empecé a pintar Flores, una serie que aún hoy continúo y que me interesa especialmente por varios motivos. Pintar flores, pensaba, era lo peor que se podía hacer. Había que buscar temas vírgenes, no explorados y que nos remitieran a cuestiones actuales, pinturas que parecieran hechas hoy con objetos de hoy. Flores era un tema trillado, mal visto y el preferido por una gran mayoría de señoras aficionadas y pintores de domingos. Por eso me pareció un tema difícil de abordar, no técnicamente, porque he pintado cosas mucho más complejas, la dificultad está en encontrarle una vuelta actual a un tema pintado en todos los tiempos, y hoy despreciado. Siempre siento que es como encontrarle una nueva jugada al ajedrez cada vez que trabajo en él; el esfuerzo es mucho pero, si se le encuentra la vuelta, el resultado puede ser mágico. Ojalá que el público pueda ver esa vuelta de rosca en mis modestas pinturas, hechas solo a base de óleos, pinceles y muchísimas horas de trabajo y paciencia.
La interpretación, la búsqueda de ideas, el sabor, la esencia la debe encontrar el espectador en la propia obra. Quien quiera empezar al revés puede hacerlo, pero creo que se equivoca en el camino.
Me gusta una enorme cantidad de artistas: desde los ingleses David Hockney y Peter Blake o Malcolm Morley, a los americanos Rosenquist, Warhol, Bell, Close o Koons. El humor suele caerme bien y disfruto de la obra de Maurizio Cattelan, Javier Mariscal o Antonio Arroyo (al que es un placer escuchar hablar). Quizás algo de este espíritu se pudo ver en los artistas argentinos que más he seguido: Pablo Suárez, Pombo, Harte, Gordín y tantos más.