Mariano Fiore
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- Rodrigo Cañás
- Susana Dragotta
- Andrea Elías
- Victoria Arroyo
- Matías Cuevas
- Rodrigo Ettem
- Miguel Gandolfo
- Alejandra Mascareño
- Mariana Mattar
- MicA
- Ramiro Quesada Pons
- Laura Valdivieso
Biografía
Nací en Mendoza. Actualmente resido en la misma ciudad. Expongo mis obras desde 2002. Al salir del secundario estudié tres años de ciencias naturales pero después de muchos rodeos decidí estudiar artes visuales. Actualmente soy egresado de la carrera de Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Cuyo y trabajo como profesor en la Universidad Nacional de La Rioja. También soy investigador independiente.
Principales exposiciones. Individuales: 2010- Espacios en verde sucesivo, Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza , Mendoza. 2010- Vistas imperfectas, Almacenar, Mendoza. Colectivas: 2009-C/temp arte contemporáneo mendocino. Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza, Mendoza. 2007- AVOME Muestra de Diseño y Arte Contemporáneo. Organizada por ED Contemporáneo. Mendoza. 2006-Estudio Abierto Centro. Arte contemporáneo. Palacio de Correos. Buenos Aires. 2006- Interfaces. Diálogos visuales entre regiones. Arte Contemporáneo Argentino. Salta-Mendoza. Museo Municipal de Arte Moderno de Mendoza. Mendoza. Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires. MAC, Salta. 2006-Colección de Arte Contemporáneo. Mendoza Argentina”. Museo de Arte Contemporáneo de Rosario, Rosario. En 2007 y 2008 expuse mi obra en el stand de ED contemporáneo en ArteBa. Algunos de mis trabajos se encuentran en colecciones de instituciones públicas como la del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario y la colección C/temp de la Fundación del Interior de Mendoza, además de colecciones particulares de Argentina, Colombia y Chile.
Visión del arte
Consta de un muro curvilíneo de madera de unos 8 metros de largo por 1,9 m. de alto que fue construido para generar espacialmente las instancias donde diversas “imágenes” que requieren ser miradas. Puede tratarse de la mirada atenta del voyeur (mirada paciente y de constante enmarque), esta es demandada frente a una cuadrícula calada en PVC y acrílico que sigue la curva del muro de la cual apenas sobresalen pequeños cilindros con cristales ópticos grabados con pequeñas escenas. Estas imágenes deben ser observadas buscando el ángulo de visión apropiado para evitar las interferencias de la iluminación que las invade desde el interior del muro.
Otras veces se solicita una mirada que indague las superficies y descubra las estrategias usadas para la construcción y la puesta de un grupo de elementos plásticos más abstractos y sintéticos junto a otros naturales. Se trata de los objetos más claramente escultóricos de la instalación, siete paneles de MDF, resina poliéster y PVC calados, que son iluminados por maceteros donde la tierra ha sido reemplazada por gel de cultivo y placas de resina poliéster que dejan filtrar la luz (que está incorporada en el interior de cada maceta) necesaria para las plantas. En esta instancia busqué que el trabajo del ojo atento se vea involucrado con el de otros sentidos.
También se presenta otra alternativa al proponer un ámbito discursivo alrededor de una mesa con fotografías de citas textuales. Las imágenes de los textos están dispersas sobre la superficie oscura de la mesa y han sido cubiertas por un vidrio ahumado. El lector se encuentra con pequeños párrafos tomados de libros de distinto origen. Uno de los textos que se podía leer dice: “No, no hay percepción sin interpretación. No hay grado cero de la mirada (…) Todo documento visual es de entrada una ficción”. Creo que los textos no funcionan como sentencias conceptuales puras porque la materialidad de la imagen adquiere peso gracias a la iluminación. Mediante la luz se acentúa la proporción visual de los discursos escritos que comienzan a emerger. También esta instancia funciona para generar un clima para el encuentro intersubjetivo.
La última instancia está definida por un plasma donde se puede ver un loop de un fragmento de unos tres minutos de la película Fahrenheit 451 (1966) en el cual el protagonista observa un juego mediático donde las palabras redundan en un discurso de consenso y control.
Dark Room de Jacoby en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires porque dio mil interpretaciones en su momento y tuvo que esperar hasta este año para tener una crítica bien articulada (me refiero al capítulo “La vida observada” de Laddaga en Estética de Laboratorio).