Biografía
Raquel Podestá nace en Buenos Aires. Asiste a los talleres de Kenneth Kemble, Emilio Renart, seminarios de Historia del Arte con Jorge López Anaya, Julio Sánchez y Rodrigo Alonso y clínica de obra con Valeria González.
Selección de muestras individuales y colectivas: 2010 “El Cambio” Artistas emergentes de America Latina y el Caribe, Banco Mundial, Washington; Arte en Movimiento, Alto Palermo, Buenos Aires; Mujeres 1810-2010 Casa del Bicentenario, Buenos Aires; 2009 Arte BA, Galeria Isidro Miranda, V Bienal Internacional de Arte Textil, "Américas Sinuosas, Intersección de extremos" Montreal, Canadá; 2008 Intercambios, Galeria ArteXArte, Arte Ba, Galeria Isidro Miranda, 2007 Proyecto Vidriera, Galería Isidro Miranda, Premio Platt, XCV Salón Nacional de Artes Visuales, Palais de Glace; 2005 Estudio Abierto, Puerto Madero; 2001 Premio Fundación Klemm, Buenos Aires, 1994 Premio CAYC – Klemm Jornadas de la Critica CC Recoleta, 1993 Tokio Art Expo Japón. Premio Fundación Fortabat, Centro Cultural Recoleta, Premio Ottium, Centro Cultural Recoleta; 1991 Premio Gunther-CAYC Harrods en el Arte, Contemporary Paintings and Drawings from Argentina, Uruguay and Brazil; 1991-1992 Galería Jaques Martínez.
Premio Mención Fundación Fortabat Joven Pintura 1991, Premio San Isidro Labrador 1981, Premio Pintura Aniversario Pluma y Pincel 1977, Premio Hospital Italiano 1976.
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
Cuando trabajo, me hundo en las peripecias de los materiales, me enamoro de colores y texturas, me obsesiono con el acabado de costuras y bordados. Hago todo a mano y no puedo tener ayudantes, como si el ritual del hacer importara más que el producto.
Pienso que el peso de estos tiempos minuciosos y encerrados da un tono ambiguo a mis piezas, que detrás de las superficies brillantes, las telas primorosas y los motivos decorativos hay algo sofocante, una carga pesada de llevar.
Alguien dijo que mi obra desentraña el costado oscuro del mundo mítico de lo femenino y las labores domésticas. A mi me asombra la capacidad de la fantasía humana de inventar seres como la madrágora, que grita al ser arrancada, el cordero vegetal llamado Borametz, o las múltiples variantes de flores carnívoras que pueblan cuentos y leyendas y nos advierten que lo bello puede lastimarnos.