Biografía
Nací en 1974. Luego de graduarme en la Escuela Nacional de Bellas Artes P. Pueyrredón (1997) viajé a Europa a conocer museos, galerías y todo espacio que tuviera que ver con el arte contemporáneo. Luego me quedé en Londres y Berlín viviendo unos meses para volver en 1999. A partir de ese año, he dictado clases en una escuela pública y como profesor adjunto en el Instituto Universitario Nacional de Arte.
Durante un tiempo largo me vinculé con el grupo “Obras en papel”, gracias al cual he podido aprender diversas técnicas y modos de producción estéticos.
Como la teoría siempre ha sido un punto importante en mi formación, investigué y escribí una tesis sobre Umberto Eco, la cual presenté en el IUNA, recibiéndome de Licenciado en el año 2006. He asistido a seminarios con Horacio Zabala, Rodrigo Alonso y he concurrido, durantes los dos últimos años, a cursos de Arte y Psicoanálisis dictados por Ana Lía Werthein.
Muestras individuales: Galería Mathei, Santiago de Chile (2007), Galería 1/1 Caja de Arte (2005), Federico Towphya Arte Contemporáneo (2005), Espacio Ecléctico (2003).
Muestras colectivas: Centro Cultural Recoleta (2003), Alianza Francesa (2002,2001), Palais de Glace (2001), Galería Palatina (2000 y 1999).
Salones: 2do Premio Salón Nacional de Artes Visuales – Textil (2007), X Premio Klemm a las Artes Visuales (2006), Bienal de arte interdisciplinaria. Pabellón IV, Capital Federal. Premios Octubre Artes Visuales-Biblioteca Nacional (1999).
Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
Es un tanto difícil para mi elegir LA obra que me represente, aunque puedo describir “Quaestio 1” para poder al menos acercarme a lo que quiero decir.
He trabajado en los últimos años en obras que forman textos, hechas en papel calado y también en plástico. Tanto para unos como para otros, diseño previamente la idea general; en la técnica de papel escribo el texto y luego calo o recorto las palabras por sus bordes. En cuanto al plástico, utilizo letras que derrito de modo que queden chorreadas y luego armo una estructura en donde finalmente las pego formando un texto.
“Quaestio 1” está hecha en papel, y mi idea fue la de presentar un signo de pregunta (?) formado totalmente por un texto. La figura de este signo está materializada por palabras, las cuales han sido caladas en sus bordes, de manera que en los intersticios de las letras queda el vacío de lo recortado. Con sus renglones curvados y un tanto desordenados, el texto sugiere la forma del signo de pregunta y rodea - en el espacio que hay dentro de ese signo - la palabra Sinnlosigkeit (en alemán: absurdidad). El lenguaje da vueltas en torno a este vacío con palabras agujereadas, y ese rodeo da como resultante un signo de interrogación.
Elijo esta obra porque enmarca de algún modo mi proceso de búsqueda y mi relación con el hacer estético. Es decir, toda la obra que hago es una manera de rodear, de cercar un centro vacío y de empujar las palabras a ese borde. Mi placer es acercar el sentido (de los textos) al plano del sinsentido, a un espacio equívoco.
De esta manera, todos los trabajos que emprendo buscan eclipsar los significados y dar preponderancia al significante, la materia misma del texto; buscan arrimar elípticamente el lenguaje a una nebulosa de sentido, y quizás es por ello que ninguna de las obras se presenta como una respuesta, sino, en el mejor de los casos, como una nueva pregunta que he podido formular.
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
Para relacionarla mejor con mi producción estética yo recortaría un poco esta pregunta, hasta que quede este resto: “¿cuál sería la forma de leer?”. Esta cuestión es para mí todavía un misterio pero a la vez una obsesión.
Leer quiere decir –etimológicamente- poner una cosa al lado de la otra, recolectar, juntar. Mis obras ocupan un espacio físico, y solamente se transforman en legibles cada vez que algún lector se acerca, da crédito al artificio que tiene enfrente, y emprende un trabajo físico e intelectual para tratar de interpretar, de derivar significados, de provocar nudos entre lo que lee y su historia personal. No hay modos de lectura, ni modos de interpretación, sólo pretendo dar indicios o señales (que siempre subyacen dentro de cada obra en particular) para que cada lector, mediante su intuición y su voluntad, encuentre huellas que adopte como propias y que apueste, entre señuelos y sombras, a hacer visible lo que cada obra sugiere.
Mis obras son textos y todo texto es un hojaldre de citas, una maraña de vínculos significantes. Las palabras, que parecen inteligentes, son mudas si uno no las interroga. Es por eso que leer es un interrogante, algo que invita a cuestionar. El problema no radica aquí solamente, ya que nunca volvemos a bajar al mismo río, ni tampoco volvemos a leer lo mismo. En cada acto de lectura algo se ha modificado. Leer (la obra) debería ser un acto laberíntico, de permanente reconstrucción, de recolección. Qué junta, qué ordena o qué lee cada lector, no me incumbe. Yo trato que las obras digan las cosas “con la boca cerrada” y que el lector lea - como dijo un famoso escritor - para hacer preguntas.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
No me reconozco dentro de ninguna corriente y creo que es algo sano no corresponder del todo con alguno de los estanques que, de modo arbitrario y taxonómico, a veces se proponen. En cuanto a influencias, ha impactado fuertemente sobre mí la obra entera de Arthur Bispo do Rosario, sus escrituras bordadas, los utensilios atrapados en hilos; creo que en él he descubierto el verdadero significado de la palabra sentido.
También debo mencionar a los métodos de producción y generación de formas del arte geométrico, el arte barroco en general y a un pintor como Rembrandt, al que admiro obsesivamente por los tonos de la piel que lograba. Por otro lado, escritores como Borges, Cortázar, Pizarnik, Mujica y teóricos como Eco, Barthes, Baudrillard y Lacan no cesan nunca de ser los culpables de entretejer (desordenadamente) las ideas que luego intento materializar en mis obras.
En el contexto contemporáneo me interesa la obra de Gego, Günther Uecker, Louise Bourgeois y Jenny Holzer.
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Mi peregrinaje por exposiciones es errático y poco constante, pero puedo recordar y haber sido afectado por muestras como la de Imágenes del inconsciente (Proa), Günther Uecker y sus obras con clavos (Mamba), León Ferrari y sus escrituras (Ruth Benzacar), Libros de artista (1/1 Caja de Arte), Horacio Zabala y sus cárceles (Fundación Alon), Gego y sus estructuras (Malba). Y las muestras que me parecieron impecables en cuanto a curaduría, montaje y lectura global: Surrealismo y Dadá en el Malba, Ansia y Devoción en Proa.
5. ¿Cuáles son los agrupamientos o tendencias que percibe en el arte argentino de los últimos diez o quince años a partir de elementos comunes?
Percibo en los últimos años una valorización de la fotografía y de los nuevos soportes. Pero más allá de esto y desde una perspectiva más general, creo que hay un eclecticismo reinante. El “gran espejo” que mostraba LA realidad se ha roto en mil pedazos y cada fragmento señala una dirección distinta, tal vez menos abarcativa, pero también menos pretenciosa. Cada artista camina tejiendo una poética particular y desanda el sendero de diversas técnicas, que pueden ir desde las más tradicionales hasta los últimos adelantos tecnológicos. Hay menos prejuicios y las etiquetas cada vez son más transitorias en este tiempo en donde pareciera que “todo lo sólido se desvanece en el aire”.