Visión del arte
1. Elija una obra que lo/la represente, descríbala haciendo referencia a su formato y materialidad, su relación con el tiempo y el espacio, su estilo y su temática; detalle su proceso de producción
“El Oidor”, un óleo de 2,40 mts de altura, lo empecé en el 2006 y lo terminé en el 2007, no por trabajar en él durante todo ese período de tiempo, sino porque en un principio quedó en un rincón, como una obra fallida; comenzó siendo un retrato de perfil de un sobrino mío (Nico) portando un gamulán, lo trabajé hasta donde creía que podía llegar, y sin embargo, más allá de los logros que pudiera encontrarle, la pintura en sí no funcionaba; la dejé y un año más tarde, viéndola con otra distancia, comprendí que el sujeto de la pintura no debía ser el personaje retratado, sino la figura en sí, entonces tomé de nuevo los pinceles y le pasé literalmente por encima a lo que en principio debía ser el corazón de la pintura, la cara, el retrato mismo y me quedé sólo con la oreja, súbitamente toda la obra empezó a funcionar a otra escala, la semántica visual (por así decirlo) dio un giro tal que de golpe todo comenzó a tener un sentido inesperado para mi, incluso, de algún modo, se conectó de inmediato con planteos elaborados en pinturas de varios años atrás y que creía imposibles de incorporar en mi estética actual, la cual puede encuadrarse dentro del Realismo o cuasi-hiperrealismo, en el cual que me he embarcado en estos últimos años y no siempre por decisión propia, (pero eso es harina de otro costal), en esta estética no es sencillo superar el problema o la dicotomía que se presenta entre sujeto y objeto, el objeto pintado tiende a adueñarse de la semántica de la obra y la pintura en sí queda subordinada a lo descriptivo, perdiendo la encarnadura pictórica y la trascendencia o alcance de la metáfora, pero de alguna manera este cuadro se salvó de esto, por eso lo elijo, no es usual conseguir superar este tipo de problemas dentro de la estética en la que se desarrolla actualmente mi obra y lejos de admirarme de mí mismo, quisiera algún día saber cómo lo hice; pero lo que más me interesó de este proceso, es advertir que en efecto existe un Discurso a pesar de la estética, las imágenes que seleccioné para poner en este espacio no las puse de manera inadvertida, busqué dar una idea al menos vaga del derrotero que ha seguido mi trabajo a lo largo de los años, desde “La siesta” hasta “Imago” hay 16 años de búsqueda y avatares, hay que entender que el realismo contemporáneo no es sólo la continuidad de un discurso estético, es también una forma de no quedarse con el recurso de la manera como única identidad, o de la pura subjetividad expresiva al desarrollar un lenguaje, jamás he confiado en mi estilo personal como única apoyatura de mi trabajo, a mi trabajo se le han ido incorporando además de una fuerte formación académica, tanto búsquedas personales, como influencias, e incluso exigencias externas, a la larga, la impronta de uno siempre está ahí, organizando los componentes, que es para lo que sirve y no más que para eso; creo que la sobreabundancia de estéticas personalistas son un redil para los egos crispados de nuestro tiempo.
2. En líneas generales, ¿cuál sería la forma en que sugeriría leer su obra?
De frente al cuadro, es lo mejor.
3. En relación a su obra y su posición en el campo artístico nacional e internacional, ¿en qué tradición se reconoce? ¿Cuáles serían sus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas le interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
El realismo; el expresionismo me ha marcado en alguna etapa de mi formación, pero claramente la pintura realista, desde Caravaggio, Vermeer de Delft y Velásquez, hasta Lucian Freud, Antonio López y Odd Nerdrum, también Egon Schielle, Francis Bacon y Kitaj como los expresionistas que más se han servido del realismo para desarrollar sus lenguajes, sé perfectamente que Bacon se refería a sí mismo como un realista, pero creo que era una forma de desvincularse de rótulos que quizás le incomodaran, aunque quizás fue el único que sin ser enteramente realista, llegó más a fondo que todos los realistas juntos.
4. Pensando en los últimos diez o quince años elija obras o muestras a su criterio fuertemente significativas de otros artistas de Argentina y explique por qué.
Las grandes retrospectivas que se hicieron en el Museo Nacional de Bellas Artes de Jorge Demirgian, Guillermo Roux y Carlos Alonso; creo que porque las retrospectivas son la única oportunidad de ver el desarrollo de un lenguaje, ahí puede verse su maduración, la incorporación de recursos, los vaivenes de un recorrido, en fin, como pintor me subyuga sobremanera ver esa “globalidad” que puede verse en las retrospectivas, la mirada profesional se me impone a la del espectador porque es como tener la oportunidad de sopesar el propio derrotero en espejos ajenos (por supuesto siempre salvando las distancias).
5. ¿Cuáles son los agrupamientos o tendencias que percibe en el arte argentino de los últimos diez o quince años a partir de elementos comunes?
Creo que claramente vamos camino a internarnos en un desierto. Creo que los artistas se han comprado un personaje falaz que está arrastrando a las artes visuales a una entelequia puramente intelectual, con el peligro que implica quedar atrapados en un universo extraordinariamente elitista y estúpido.